CEO de TOCTOC, José Ignacio Vicente: “Ciclo inmobiliario: Que no te pille desprevenido”
«Una inflación más controlada de cara a la segunda mitad del año, sumado a proyecciones económicas que ya dejan de hablar de recesión y, quizás, de un posible crecimiento económico en el país, son señales que dan más certezas al mercado y a las familias interesadas en un nuevo hogar. Todo esto, sumado a un mayor acceso a créditos hipotecarios, mejores tasas y a mayores plazos por parte de la banca, deberían agilizar los niveles de comercialización observados y comenzar gradualmente a disminuir los niveles de oferta para lograr nuevos equilibrios.»
No es novedad hablar de que la industria inmobiliaria tiene un comportamiento muy procíclico, en línea con la economía en general. Actualmente, y hace ya más de 20 meses, el mercado inmobiliario se ha visto fuertemente afectado por bajos resultados en ventas, lo que se suma a otras dificultades que ha vivido el sector, como el alza de costos, mayores plazos, dificultades en trámites y permisos. Sumado a un mercado de capitales más seco y sometido a alta incertidumbre, lo que generó un menor acceso al crédito por parte de las familias y potenciales clientes. Todos estos factores han provocado una disminución en la inversión y menores ingresos de nuevos permisos de edificación y anteproyectos, a causa de los altos niveles de oferta disponible actualmente.
Sin embargo, hemos comenzado a ver durante los últimos meses leves niveles de recuperación en la venta. A su vez, si revisamos la historia de las últimas etapas complejas de los ciclos económicos que ha vivido la industria, podemos observar que en dichos períodos se ha tardado aproximadamente 30 meses en volver a los niveles previos a las crisis. Si ya llevamos aproximadamente 20 meses difíciles, y si el ciclo que estamos viviendo se comporta de manera similar, es probable que continuemos observando una gradual recuperación durante esta segunda mitad del año.
Esto además coincide con las proyecciones que hemos realizado desde TOCTOC, donde el mercado de vivienda nuevas en el Gran Santiago creció durante el segundo trimestre 15%, y se espera que al cierre de año las ventas alcancen un total cercano a las 23 mil unidades vendidas, superando al 2022 en 18% y 6% en UFs transadas. Si bien, los niveles anuales seguirán siendo bajos comparados con el promedio de la última década, esto daría cuenta del comienzo de la recuperación y nos permitiría observar la luz al final del túnel.
Adicionalmente, una inflación más controlada de cara a la segunda mitad del año, sumado a proyecciones económicas que ya dejan de hablar de recesión y, quizás, de un posible crecimiento económico en el país, son señales que dan más certezas al mercado y a las familias interesadas en un nuevo hogar. Todo esto, sumado a un mayor acceso a créditos hipotecarios, mejores tasas y a mayores plazos por parte de la banca, deberían agilizar los niveles de comercialización observados y comenzar gradualmente a disminuir los niveles de oferta para lograr nuevos equilibrios. Esto nos llevará, a que en los últimos meses de este año comencemos a ver mejoras en los resultados y probablemente el comienzo de un nuevo ciclo de recuperación.
Por lo mismo, esto nos presiona a ser claros en comunicar a los interesados en comprar una vivienda, para que tengan en cuenta que las oportunidades que hoy se observan probablemente no perduren por mucho tiempo más, ni en magnitud, ni en cuantía. Por último, es clave que la industria, las inmobiliarias, se preparen desde ya, y que no lleguen tarde a la positiva etapa del ciclo económico. En conclusión, que no nos pille desprevenidos.
Fuente: La Tercera
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