¿Conviene vivir fuera de Santiago teniendo una modalidad híbrida de trabajo? | G5noticias.cl
Una de las consecuencias que tuvo la pandemia fue la movilidad de personas y familias fuera de Santiago, dejando atrás la ajetreada vida en la Región Metropolitana e incorporando el formato híbrido en el trabajo, esto es, algunos días en la oficina y otros desde la casa.
De esta manera, arrendar o comprar viviendas en regiones, además de viajar durante la semana a Santiago se volvió una realidad para quienes decidieron instalarse en lugares más tranquilos. Así lo asegura Daniel Serey, gerente de estudios de TOCTOC: “Aunque los precios de las viviendas en las regiones se han acercado a los de la Región Metropolitana, aún es posible ahorrar entre un 10% y un 15% en promedio al comprar una casa fuera de la capital. La pandemia impulsó a muchas personas a mudarse a regiones, lo que ha llevado a una adaptación en los servicios y el transporte, mejorando así la calidad de vida”.
Por ejemplo, una casa en Machalí al cierre de junio costaba en promedio 49,4 UF/m2, mientras una casa en Las Condes la UF/m2 era de 89,3 lo que implica una diferencia de 39,9 UF/m2 entre ambas comunas.
Por ejemplo, si se considera una casa de 100 m2, el costo en Machalí sería aproximadamente 4.940 UF, mientras que en Las Condes el costo sería alrededor de 8.930 UF, lo que muestra una diferencia total de 3.990 UF entre las dos opciones. Esta diferencia puede influir en la decisión de compra o arriendo, especialmente si se buscan alternativas más económicas sin comprometer el espacio o las comodidades de la vivienda.
Por otra parte, también se convirtió en una opción el traslado en bus, especialmente, desde las zonas más cercanas a la Región Metropolitana. Según Simón Narli, cofundador de Recorrido.cl, “durante la pandemia observamos que en nuestra plataforma online los usuarios comenzaron a comprar pasajes de ida y regreso hacia el mismo destino, dos o incluso cinco veces a la semana. Sin duda, creemos que esta estrategia corresponde a una ordenada planificación del presupuesto”.
Migraron hacia Valparaíso y O’Higgins
Miguel López es ingeniero y trabaja en una empresa de software global. Junto a su familia tomó la decisión de dejar Santiago junto a su familia para vivir en la Región de Valparaíso.
“Teníamos un departamento en Las Condes y nos cambiamos a Santo Domingo, principalmente por la calidad de vida al aire libre, la diferencia en los costos, el colegio de nuestros hijos, y la seguridad. Además, tenemos la playa muy cerca. Yo viajo dos o tres días a Santiago durante la semana para ir a la oficina, y me acomoda mucho esta modalidad”.
Por su parte, Jeisy Marín es constructor civil y trabaja en una reconocida consultora de Ingeniería. Antes vivía en Ñuñoa y en pandemia decidió irse de Santiago. Actualmente, lleva tres años en Concón, y su trabajo es de modalidad híbrida, por lo que debe viajar dos veces por semana a la capital.
“Me cambié por temas de tranquilidad, pero también porque en los sectores más seguros de Santiago es muy caro vivir. Aquí estoy en un lugar bonito, donde los rangos de precios son casi la mitad de lo que costaría un departamento estándar en la capital. Por lo mismo, me conviene más viajar en bus hasta allá durante la semana”, comenta.
Daniela Álvarez es una enfermera que trabaja en una empresa de la industria farmacéutica en Santiago. Ella vivía en Providencia y eligió cambiarse de residencia a Rancagua con su marido, que es estadounidense, y sus dos hijos.
“Me fui porque está mi familia allá, por la tranquilidad de vivir en región, porque hay menos tránsito, los precios son más accesibles en compra y arriendo, entre otros factores. En bus me demoro una hora y diez minutos en llegar a mi lugar de trabajo en Santiago, ya que Rancagua está muy cerca, por eso es más conveniente”.
